lunes, 25 de marzo de 2013

1.2.1 modismo

Modismo

 
    
Modismo, en su noción etimológica, proviene de la palabra Moda e ismo (práctica). Un modismo es un hábito, un lugar común, una costumbre lingüística que tiene la función de ahorrar energía, se encuentran presentes en todas las lenguas y en el habla de todas las personas.
Se define como una Expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las palabras que la forman; p. ej., a troche y moche, o como un idiotismo.[1]

 Diferencias entre modismo y refrán

Hay ocasiones en que un modismo se confunde con un refrán; sin embargo en muchos casos sí es posible diferenciarlos claramente a través de tres aspectos:
  1. El refrán tiene un sentido pedagógico. Tiende a educar. Por ejemplo: A quien madruga Dios le ayuda. Este refrán nos dice que deberíamos ser madrugadores, diligentes, activos para alcanzar algunos beneficios. Zapatero, a tus zapatos. Este nos dice que las personas deben hacer aquello para lo que están preparadas.
  2. El refrán suele tener rima. Esto se debe a que la rima refuerza el aprendizaje, la memorización y el recuerdo. Por ejemplo: Juego de manos, juego de villanos.
  3. El refrán no suele conjugarse, mientras que el modismo sí. Por ejemplo: No veo tres en un burro; no ves tres en un burro...
Un modismo, en cambio, no educa, no tiene esa intención. Describe una situación, un rasgo de personalidad y nada más. Por ejemplo: Ser un puerco o comer más que un remordimiento. Un modismo puede ser una frase o una palabra sola.

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