1.1.2 Funciones del lenguaje
Las funciones del lenguaje se refieren al uso de la lengua que hace un
hablante. Son los diferentes objetivos, propósitos y servicios que se le dan al
lenguaje al comunicarse, dándose una función del lenguaje por cada factor que
tiene éste, en donde la función que prevalece es el factor en donde más se pone
énfasis al comunicarse.
Varios lingüistas han
propuesto distintas clasificaciones de las funciones del lenguaje:
Según Karl Bühler
- La función representativa
o referencial, por la cual se trasmite una información objetivamente. Es
la función principal del lenguaje, ya que es la que transmite información
más amplia.
El hablante expresa algo,
informa sobre una realidad.
- La función expresiva
o emotiva, que expresa sentimientos del emisor.
- La función conativa
o apelativa, mediante la que se influye en el receptor del mensaje
mediante órdenes, mandatos o sugerencias.
La Conativa no puede ser usada
en textos donde el lector busca entender el uso que puede dar a una
herramienta. Ya que lo limita a seguir un camino ya recorrido en lugar de
permitirle encontrar nuevos resultados. Específicamente manuales técnicos o
instrucciones de uso.
Según Roman Jakobson
Este modelo le parecía muy
incompleto a Roman Jakobson, quien
caracterizó mejor las funciones de Bühler y añadió otras tres sobre los ejes de
los factores de la comunicación:
Función apelativa o conativa
Se llama conativa de latín
"conatus" (inicio), porque el emisor espera el inicio de una reacción
por parte del receptor.
Se centra en el receptor. Es
la función de mandato y pregunta. El emisor intenta influir en la conducta del
receptor. Sus recursos lingüísticos son los vocativos, modo imperativo,
oraciones interrogativas, utilización deliberada de elementos afectivos,
adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la serie de recursos
retóricos. Se da en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y
propaganda política e ideológica en general. Mediante el uso de esta función se
pretende causar una reacción en el receptor. Es decir con esta función se
pretende que haga algo o que deje de hacer. Ejemplos:
Ejemplo: cuando decimos
«¡Cállate!» o «Abre la puerta, por favor.»
Ejemplo: «¡Cierra la puerta!»
- «Observen las imágenes y respondan.» Puede ocurrir que una frase
aparentemente referencial esconda una función apelativa.
Ejemplo: «La ventana está
abierta» - Puede estar haciendo una mera descripción de un hecho, pero también
puede haber un contexto: «Cierra la ventana».
Dentro del mensaje se invita
al oyente a que haga algo.
Función referencial o representativa
Es la función del lenguaje en
donde se pone énfasis al factor de contexto. Al ser el contexto todo lo extra
comunicativo, la función referencial trata solamente sucesos reales y
comprobables, ya que no son opiniones ni cosas subjetivas, lo que es una serie
de elementos verificables.
Está presente en todos los actos
comunicativos. Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable,
porque claramente reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y
el objeto (referente). Los recursos lingüísticos principales de esta función
son los deícticos.
Es aquella que utiliza el
lenguaje denotativo (el significado primario de las palabras). Prevalecen los
sustantivos y verbos; los textos informativos, científicos, periodísticos como
también afiches. Llamada también representativa, denotativa o cognoscitiva.
Permite brindar conocimientos, conceptos, información objetiva. Está
relacionada con el referente.
Tiene como principal objetivo
el informar. Los textos que la contienen se caracterizan por ser objetivos y
unívocos. Esta función la encontramos en los llamados textos científicos, cuyo
propósito es ofrecer conocimientos. Se caracterizan por aludir a lo
extralingüístico, es decir, a nuestro entorno o lo que nos rodea. Ejemplo: el
hombre es un ser racional.
Función emotiva o expresiva
Se encuentra en primera
persona y su efecto de sentido es de identificación. También llamada función
expresiva o sintomática. Esta función le permite al emisor la exteriorización
de sus actitudes, de sus sentimientos y estados de ánimo, así como la de sus
deseos, voluntades y el grado de interés o de apasionamiento con que realiza
determinada comunicación. Esta función se cumple, por consiguiente, cuando el
mensaje está centrado en el emisor:
Estoy tan solo, amor, que a mi
cuarto
sólo sube, peldaño tras peldaño,
la vieja escalera que tráquea.
sólo sube, peldaño tras peldaño,
la vieja escalera que tráquea.
Juan Roa
Es bueno aclarar que la
expresividad no se da aparte de lo representativo, sino que es una función del
lenguaje que permite una proyección del sujeto de la enunciación pero con base
en una representatividad. Así, en expresiones corrientes como "esa mujer
me fascina" o "¡qué mañana tan hermosa!", predomina, sin duda,
la función expresiva, pero con un soporte de representación simbólica dado por
la alusión a unos referentes.
Para concluir, observemos que
la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los significados
afectivos o connotativos que se establecen sobre la base de los significados
denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras
actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social, damos información sobre
nosotros mismos, exteriorizamos síntomas, aunque no tengamos siempre plena
conciencia de ello. El emisor se comunica para transmitir la información
centrada objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que tiene
sobre ella.
Función poética
Es la función orientada al
mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en
cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito
estético. Sus recursos son variados, por ejemplo las figuras estilísticas y los
juegos de palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no
exclusivamente, en los textos literarios.
Función fática o de contacto
Esta función está
principalmente orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor.
Su finalidad es iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o
bien sencillamente comprobar si existe algún tipo de contacto. Su contenido
informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de saludo.
La finalidad de la función
fática no es principalmente informar, sino facilitar el contacto social para
poder transmitir y optimizar posteriormente mensajes de mayor contenido.
Constituyen esta función todas
las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación.
Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho,
naturalmente, entiendo, como no, OK, perfecto, bien, ya, de acuerdo,
etcétera.
Está presente en los mensajes
que sirven para garantizar que el canal funciona correctamente y que el mensaje
llega sin interrupciones.
Función metalingüística
Se centra en el propio código
de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el
mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones.
Ejemplo: "Pedro tiene 5 letras".
Según Michael Halliday
Michael Halliday cuestionó
las propuestas de los lingüistas estructuralistas y generativistas, principalmente
Ferdinand de Saussure y Noam
Chomsky, que hasta entonces no permitían un estudio de la combinación
"lengua"/"habla" simultáneamente. Halliday plantea la
discusión al respecto en el libro El
lenguaje como semiótica social (1979), en el que plantea una nueva
perspectiva para el estudio del lenguaje que integre el componente sociocultural
como clave en su comprensión. Sitúa al contexto como parte intrínseca del
lenguaje tornándolo cuestionable solo en tanto esté en uso y ya no separado del
mismo. Considera que el lenguaje es inter e intra organismos, a diferencia de
sus antecesores que para el estudio tomaban solo una concepción.
En su gramática postula
diversas funciones del lenguaje: ideativa,
interpersonal y textual que se proyectan en su objeto de estudio: el texto. Este puede ser oral o escrito.
Las funciones propuestas por Halliday, que están necesariamente ligadas a las
nociones de Campo, Tenor y Modo del contexto situacional, dan cuenta del
momento comunicativo en tanto la ideativa es una función interna que nos provee
herramientas -lengua- para expresar nuestra experiencia personal y previa así
como también ordenar el mensaje que queremos transmitir; la interpersonal se
centra en las figuras hablante-oyente/emisor-receptor, ergo en la forma en la
que tendrá que ser usado el lenguaje (+/- formalidad, +/- efectividad...)y, por
último, la función textual dara cuenta del medio para transmitir, si es un
texto oral, escrito, si está en una carta o en una nota, etc.
Esta unificación de
lengua-habla/competencia-actuación en el objeto de estudio dio comienzo a la
pragmática.
Funciones del lenguaje según la Teoría de los actos de habla
La Teoría de los actos
de habla amplió este esquema al contemplar dentro de este también a otros dos
factores de la comunicación soslayados por la interpretación de Jakobson: el contexto y la situación, de forma
que a la función representativa la llamó función locutiva (lo que se dice), a la expresiva la llamó ilocutiva (lo que se hace al mismo
tiempo que se dice) y a la conativa perlocutiva
(lo que se consigue por medio de decir). Esto dio origen a la pragmática.
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